Lean startup es una metodología para crear negocios y productos, que se centra en las necesidades del cliente o público objetivo, para desarrollar un producto final reduciendo los riesgos de mercado y sin necesidad de una gran inversión.
El principal objetivo de esta metodología es reducir los tiempos de desarrollo de un producto o negocio, validando poco a poco las hipótesis en base a la experimentación y al lanzamiento de productos iterativos que permiten obtener información muy valiosa por parte del público objetivo y un aprendizaje validado.
La metodología Lean startup emplea las siguientes técnicas relacionadas con el desarrollo de los productos iterativos, el modelo de negocio y el público objetivo:
Consiste en diseñar un modelo de negocio de forma dinámica y visual en un lienzo Canvas, que está dividido en cuadrículas donde se van estableciendo los aspectos fundamentales de un negocio hasta conseguir la versión final.
Las cuadrículas están divididas en: la propuesta de valor, canales, relación con los clientes, gastos, ingresos, actividades y recursos clave, aliados clave y segmento de clientes.
Son un conjunto de técnicas ágiles de comunicación para trabajar en un ambiente colaborativo en la gestión de proyectos para conseguir el mejor resultado final posible. Para ello, se van realizando entregas parciales del producto final y reuniones asiduas del equipo.
Estas técnicas están indicadas para proyectos donde se necesita conseguir resultados rápido y donde la agilidad, productividad y competitividad son fundamentales.
Se trata de un conjunto de técnicas experimentales donde se comprueba si el producto o negocio se adapta a las necesidades del público objetivo. Para ello, es necesario que los usuarios interactúen con el producto para obtener un feedback que permita adaptar y mejorar el producto en base a sus necesidades.
Para adoptar la metodología Lean startup hay que seguir sus cinco pasos fundamentales.
La metodología Lean startup se emplea como una metodología de trabajo, un conjunto de procesos que permite llegar a un resultado.
Se usa durante el proceso de crear un producto o negocio con el objetivo de optimizar los procesos de trabajo, eliminando cualquier actividad que no aporte valor en la cadena de producción, reduciendo al máximo los tiempos y los costes y basándose en la experimentación.
Además, se trata de una metodología que permite minimizar la inversión inicial, reducir los riesgos y se trabaja con una hoja de ruta que permite guiar al empresario en su toma de decisiones.