Un test de usabilidad nos permite comprobar la interacción que tendrá el usuario final con nuestra plataforma. De esa manera, podemos revisar nuestros diseños para ajustarlos a experiencias de navegación reales.
Existen dos formas de llevar a cabo un test de usabilidad: presencial o en remoto.
Suele ser la opción más tradicional. Nos permite observar directamente las reacciones del usuario mientras navega por el sitio web. De esta manera, no solo observamos qué puntos de un flujo complican al usuario, sino también cómo reacciona en estas situaciones.
Además, en estos ejercicios, podemos explicar el test cara a cara, disminuyendo la probabilidad de abandono y proporcionando al investigador información valiosa respecto al comportamiento del usuario.
Este método resulta especialmente útil para test con prototipos o maquetas que todavía necesitan terminar de definirse. Sin embargo, tienen el inconveniente de requerir mayor cantidad de personal, ya que debe haber por lo menos un entrevistador y un apoyo en cada test realizado.
Al estar monitoreado a distancia y no de forma presencial, el test de usabilidad en remoto concede mayor libertad al usuario a la hora de desenvolverse en la plataforma. El problema es que esta misma libertad y falta de supervisión pueden generar un mayor abandono del test.
Los test de usabilidad remotos nos permiten, además, realizar múltiples pruebas de forma simultánea, sin necesidad de tener un gran equipo monitoreando. Sin embargo, requieren del uso de prototipos más desarrollados, para evitar la deserción de los usuarios.
El test de usabilidad tanto presencial como en remoto, se utiliza con el fin de generar una experiencia real del producto digital y de esa manera detectar si los flujos están bien diseñados o por el contrario, hay que terminar de hacer algún ajuste antes de que el producto pase a la fase de desarrollo.
Los test de usabilidad presenciales se hacen, en general, cuando queremos recibir comentarios sobre ideas más iniciales, o queremos probar esbozos y maquetas. Lo usamos también cuando necesitamos crear un clima de confianza con el usuario para debatir temas, que a través de una pantalla sería difícil tratar. El tiempo que vaya a durar el test también influye en la decisión. Cuánto más largo sea el test, mejor es hacerlo presencialmente.
Normalmente los test en remoto los utilizamos cuando necesitamos resultados muy rápidos, tenemos poco presupuesto o si solamente queremos probar un pequeño aspecto de la UX de la web. También se utiliza cuando no se están investigando flujos complejos o problemas sensibles, ya que no tenemos al investigador en el espacio donde esté el usuario para crear un clima adecuado.